En su camino hacia el Mundial 2010, que comenz� hace casi seis a�os, Sud�frica ha llegado al punto de no retorno, y cuando quedan dos meses exactos para el Mundial no queda tiempo para soluciones geniales, solo para perfilar detalles y limar defectos.

"No quiero leer ni escuchar nada m�s", dijo la semana pasada Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, consciente de que el tiempo corre y de que el grueso del trabajo o est� hecho o no lo est�, y de que poco m�s se puede hacer ya para lograr un veredicto positivo el 12 de julio, una vez disputada la final.

Pero ni la actitud ni el discurso de los miembros del Comit� Organizador Local (LOC) destilan fatalismo, al contrario, el mensaje insistente es que Sud�frica ha hecho los deberes para organizar un Mundial memorable, comenzando con los estadios, principio y fin del campeonato, que consideran superiores a los de Alemania 2006.

Diez recintos en nueve ciudades sede, unos construidos para la ocasi�n y otros remozados, en los que Sud�frica se ha dejado miles de millones de d�lares, albergar�n 64 partidos y, supuestamente, a tres millones de espectadores, que son el n�mero de boletos que sac� al mercado la FIFA.

De las entradas disponibles se han vendido 2,2 millones, por lo que uno de esos asuntos a�n por resolver, y para el que s� queda tiempo, es el de garantizar el lleno en los estadios y evitar que la televisi�n ofrezca im�genes de estadios medio vac�os, la pesadilla de la FIFA.

Terminar de plantar el c�sped parcialmente artificial que se usar� por primera vez en la historia del Mundial, en los estadios de Nelspruit y Polokwane, y unos �ltimos retoques en el exterior del Soccer City, en Soweto, son dos de esas �reas en las que a�n ha de centrarse la organizaci�n.

Con todo, motivos de inquietud, evidentemente, siempre tienen la FIFA y el LOC, aunque ninguno de la gravedad de la seguridad, sobre todo despu�s de la amenaza proferida la semana pasada por la organizaci�n Al Qaeda, que avis� de que tratar�a de atentar contra el Mundial.

EFE