La selección inglesa aterrizó con todas sus estrellas, incluido el lesionado David Beckham, en el aeropuerto de Johannesburgo, desde donde se dirigió a la localidad de Rustenburg, donde se concentrará.

"Espero que el Mundial sea un gran éxito para Sudáfrica y también para mi equipo. Gracias, es genial estar aquí",  aseguró el italiano Fabio Capello apenas llegó a Sudáfrica.

Los jugadores ingleses contarán con un gran apoyo durante el Mundial, no solo por la notable cantidad de aficionados ingleses que están llegando al país anfitrión, sino también porque la Premier es la liga más seguida en Sudáfrica.

Inglaterra abrirá su participación en el Mundial frente a Estados Unidos el día 12 en el estadio Royal Bafokeng, con capacidad para 45.000 espectadores, un partido que las autoridades sudafricanas han calificado de alto riesgo.

Inglaterra no sabe lo que es ganar un Mundial desde la edición de 1966, cuando actuó como anfitrión, y ha venido acumulando actuaciones por debajo de las expectativas desde entonces, ahora avalados por las experiencia de Capello, llegan a Sudáfrica señalados como uno de los equipos favoritos a hacerse con el título en la final del 11 de julio.

EFE